FaBulARio

30.12.03

Puertas

Cuando el viento llame a tu puerta, déjale entrar en tu umbral y acariciar tu cerradura. Hay una puerta en mi casa que cree vivir cuando el viento pasa a través de sus rendijas: se siente como un pulmón en un cuerpo.
Entonces decidimos no engrasar sus visagras y permitirle hablar, pues hay una voz en esa puerta que a veces pide que la cierren: "dónde estoy?", pregunta, "estoy dentro o fuera de tu casa?". Yo le explico que su marco es una frontera, y que puede elegir dónde hallarse.

Jekyll y Hyde

El Doctor Jekyll miró a Mr. Hyde, y le dijo: "eres sólo el espejo roto de mi imagen. Basta con que construya tu piel como un puzzle de cristales para que tú desaparezcas, y sólo exista Jekyll, tu Creador".

Mr. Hyde miró al Doctor Jekyll y le dijo: "eres sólo el espejo roto de una imagen que ya no existe. Basta con que te nombre para que mi idioma abominable te aniquile. Diré tu nombre y con esa palabra ocuparé el espacio que tú ocupas en el mundo. Jekyll es alfa; Hyde es omega".

29.12.03

Sombreros

Los sombreros piensan. Viven ahí arriba, con esa silenciosa quietud de fieltro, y componen un cráneo inteligente que dicta sus pensamientos a los hombres que los llevan.
El mundo fue creado a imagen y semejanza de un sombrero: la galaxia es un bombín, los agujeros negros son la espesura de un sombrero de copa vuelto del revés, saturno, con sus anillos, es una pamela. A Dios le gustaban los sombreros, y antes que ponerse ese ojo en un triángulo sobre la cabeza, se puso una boina que le dio la idea del mundo.
Ahora los sombreros quieren dominar el universo: han logrado colarse en las celebraciones de los más poderosos mandatarios; vivían en cabezas famosas, como las de Lady Di y la reina de Inglaterra.
Los sombreros son peligrosos. En El Principito, Saint-Exupery ya denunciaba el poder de los sombreros cuando dibujó una boa devorando a un elefante. Esa visión se confundía con la de un sombrero, y esto es porque, en realidad, era un sombrero devorando a una boa que devoraba a un elefante.

28.12.03

Parchís - A Raúl, el héroe más muerto en la Batalla de Parchís

Las fichas del parchís son caballeros cruzados. El centro, donde todas las casillas finales se juntan, es Jerusalen, y cada esquina del tablero es un castillo.
Cuando una ficha de parchís sale de su castillo, en su minúsculo cerebro de plástico se mueve un pensamiento: "Este es el camino de un peregrinaje, un viaje iniciático. Es el Pilgrimage Progress de Bunyan. Una simple Odisea cuadriculada. Oh Fortuna! Sé favorable".
Y el destino es un dado.
Cada vez que un jugador se come una ficha contraria, hay otro diminuto héroe de la misma bandera que llora su muerte.
El parchís es épico.

27.12.03

Robinson Crusoe

Una esquina del mundo me ha atrapado. Podría escribir mi nombre en sus paredes, pero no quiero que su arena se haga mía, que el color de su orilla sea el papel de mi retrato.
Si me siento aquí y observo la ausencia horizontal que dejan todos los barcos, puedo imaginar que soy Ulises y que tú eres Ítaca. Entonces, podré mirarte como los héroes miran sus escudos.
Me siento aquí, y acaricio los huesos de esta soledad, que me miran como si yo tuviese carne para componer otra sombra.
También se puede naufragar en tierra firme.

25.12.03

Tiempo

Hace tiempo que el Tiempo no es selectivo. Quiero decir que en otra época le gustaba coleccionar pirámides, coliseos, corrales de comedias, palacios, obeliscos, ánforas y demás obras de arte. Puede ser que el Tiempo se haya envejecido a sí mismo, y tenga ya demencia senil.
El Tiempo ha corrido mucho en traernos la Modernidad, y la Modernidad, que es otra fuerza mayor que el propio Tiempo, le ha vencido con sus latas de refrescos, y sus plásticos. Una bolsa de supermercado común tarda en degradarse una media de treinta años. Ni siquiera el Tiempo tiene la suficiente paciencia como para soportarse a sí mismo, viendo cómo una ridícula bolsa ensucia el paisaje durante tantos años.

22.12.03

Héroe y dragón

Beowulf no quería matar a Grendel.
Grendel era un monstruo que visitaba la fortaleza de Heorot cuando los guerreros dormían, y se alimentaba de su carne.
Grendel era infame, era abominable, pero Beowulf sabía que existe un vínculo hermoso entre la bestia y el guerrero, y que, roto ese vínculo, ni la bestia ni el guerrero existirían fuera del otro.
Aún así, Beowulf mató a Grendel y también a la madre de Grendel. Volvió a su país colmado de gloria. Fue rey. El destino le aguardó, y un día despertó en forma de dragón.
Beowulf buscó su guarida en los acantilados.
"Ahora soy un héroe, y tengo que darte muerte", le dijo, "sin embargo, tú, que eres el último dragón, asegúrate de devolverme el golpe, porque con tu vida se acaba también mi gloria".

20.12.03

Un día

Un día el Miedo se asustó.
Un día el Dolor dijo que le dolía una pierna.
Un día el Calor se compró un helado, y el Frío veraneó en la playa.
Un día el Sueño se tomó un café cargado; el Viento se detuvo en la rama de un árbol y decidió no moverse; la Lluvia se ahogó; el Mar miró al Viento parado en la rama de un árbol y decidió no imaginar más olas.
Un día la Muerte plantó un geráneo en el cementerio, compró un pez y una pecera. Regaló su guadaña al enterrador.
Un día el Reloj dejó de tener prisa. Con su arena, construyó un jardín zen.

19.12.03

Cuento de Navidad

Cuando Santa Claus era un niño también creía en Santa Claus. Cada Navidad escribía una carta para pedir, como todos los niños de su época, una maqueta de tren. Le gustaba viajar en tren: el avión aún no se había inventado. El tren era una serpiente segura de sus pies sobre la tierra. El tren, soñaba, es el que trae a Santa Claus desde el Polo Norte con todos sus regalos, con todas sus maquetas de trenes para todos.
Santa Claus nunca recibió ninguno de sus regalos, sólo sus cartas devueltas puntualmente a principios del nuevo año, con un sello en rojo que siempre gritaba el mismo mensaje de tinta: UNKNOWN. Un desconocido. Fue entonces cuando se miró al espejo, y Santa Claus empezó a sospechar que él era Santa Claus.

18.12.03

El señor de los anillos 3

Hoy he ido al estreno de El señor de los anillos. Esta tercera parte es muy pesada y poco equilibrada. Tolkien era un maestro del "equilibrismo" y se cuidaba mucho de esas efusiones emocionales (i.e."lloreras"). La épica no es un espectáculo de artificios, sino una aventura solemne. Los hobbits eran el contrapunto perfecto a esta solemnidad y no se trabaja muy bien en el filme. Estoy decepcionada. Me gustaría saber vuestra opinión cuando la veais.

17.12.03

Ausencia

A lo mejor dejé de hablar para que pensaras en mis palabras. Dejé de sonreir para que notases ese hueco que hay en mi cara cuando no sonrío. Dejé que el tiempo pasase de largo frente a mis ojos para que tú le vieses pasar de largo frente a tus ojos.
La ausencia es el culto a la memoria. El culto al olvido también.
Cuando un barco pasa, el horizonte recuerda esos otros barcos que se hundieron.


Siento mucho esta ausencia, Lynxai. Me halaga que alguien me eche de menos. Estoy de vuelta.

14.12.03

Libro

Hay libros cansados de ser leídos por imbéciles. Uno de ellos borró todas sus palabras, confundió todos sus símbolos. Sus páginas estaban vacías, excepto una, en la que podía leerse:
"Introducción: lector, pasa de largo. Epílogo. Fin".
Era un libro cansado de ser leído por imbéciles.

12.12.03

El insecto

Hubo una vez un libro en una Biblioteca. Soñó que era un insecto, que se llamaba Gregorio Samsa. Soñó que sus patitas de insecto bajaban por el lateral de su anaquel. Soñó que atravesaba un mar ajedrezado de pies. Soñó con una puerta. Soñó con el sol acariciando sus antenas.
Cuando se despertó seguía en su anaquel, y seguía siendo un libro encadenado a sus silenciosas palabras. Cada vez que quería recordar lo maravilloso que es ser una criatura viva leía su título: Metamorfosis, de Kafka.

10.12.03

Exámenes

Época de exámenes. Época de trabajos. Cada vez que leo un relato de Borges le invoco: me basta decir "UNDR" para que este viejecito ciego llame a la puerta de mi apartamento.
- Buenas tardes, señor Borges. Ahora mismo estaba pensando en usted... En el uso de la palabra mágica, en la cifra demiúrgica que convoca... y necesito que me aclare un par de asuntos, porque mañana he de entregar este trabajo... Le sirvo una taza de té a cambio de que resuelva este acertijo frente a la Esfinge que es uno de sus libros.
Borges me mira y se ríe.
- Los críticos sobrevaloran mis símbolos: el espejo, el tigre, el laberinto... Basta con que uno escoja dos o tres palabras al azar (sólo porque son hermosas) para que un crítico le encuentre un significado inverosímil. Usted no haga caso a la postmodernidad. El espejo es sólo un espejo. El tigre es sólo un animal. El laberinto sólo es la muerte.

8.12.03

Huelga de dedos

Hoy no puedo escribir: sera porque no escribo en papel, y mis dedos están rechazando esta costumbre de tocar las uñas de una mano muerta, que es este ordenador donde escribo.
Cuando nació la mecanografía, los dedos de todos los hombres celebraron el nacimiento de un sistema de escritura que no discriminaba al meñique, ni al anular. Era un código igualitario. La vieja pluma fue por mucho tiempo váculo de poder para el pulgar y el índice. Hoy un bolígrafo llora sus lágrimas de tinta en un cajón del escritorio.
No obstante, los dedos trabajan hoy más que en el pasado: su profesión se ha especializado, y su sueldo es cada vez menos un anillo de oro, y cada vez más una baratija.
Hoy no PuEdo EscrrriviR: mis DeDos deVen EstAr en HueLga...

7.12.03

El árbol de Saussure

Hay un poeta que ha plantado un árbol en su web. Donde hoy hay un árbol, ayer hubo una semilla como una palabra.
Una vez Saussure soño que existía un árbol cuyas ramas daban hojas, y en las hojas había escritas dos palabras: "significante", y en el reverso "significado". Saussure soño con un árbol hecho de palabras. Cuando una hoja caía, algo en el mundo encontraba su nombre.

Escrito después de visitar: www.raulperezcobo.blogspot.com. Gracias, Raúl.

5.12.03

Zapatos

Siempre me he preguntado porqué las zapatillas playeras flotan en el agua. Extraña coincidencia de eficacia profesional el ser una zapatilla para el agua que además nade.
Todo empezó cuando una zapatilla habituada a la piel del asfalto fue arrastrada por un pie y enfrentada a la temible voracidad de las olas. Esta zapatilla, la primera que divisaba el mar, probablemente se ahogó, pero la Historia de los Zapatos la ha convertido en un héroe llamado Adidas, quien vivó una excéntrica aventura de naufragio hasta llegar a una isla. No cabe duda de que este zapato mítico fue el primer Crusoe. Su huella, producida sin el ímpetu de un pie humano, es la huella del objeto sobre un mundo que estaba destinado a pertenecer a unas suelas de goma.
Cuando Amstrong pisó por primera vez la Luna, no fue Amstrong quien pisó la Luna, sino una bota. Algún día, Marte pertenecerá a los zapatos.

4.12.03

Ovejas

La oveja es un animal pensativo. Cuando se queda quieta en el monte, es porque un pensamiento está abriéndose camino entre sus neuronas como una ballena cruzando el ártico.
Hubo una época en que su natural inteligencia ovina le previno de su fin: "Somos proletarios explotados por el granjero. Nuestra función es alienante. Nuestra leche cederá frente a la leche de vaca". Las ovejas son marxistas por naturaleza: les gusta sentir que son comunidad, y entre ellas se nombran como "camaradas". Sin embargo, prefieren hacer una revolución estática. En esa negación al activismo hay un profundo sentimiento de rebeldía en una época en que todos decimos, escribimos y posteamos. Su silencio es más convincente que el Manifiesto Marxista. Su balido es un canto a la oratoria.
En fin, como ya dije, hubo un tiempo en que las ovejas previeron su final. Tuvieron una brillante idea: inventaron el jersey.

3.12.03

Guillermo Tell

Guillermo Tell se hizo famoso por su maestría en el tiro con ballesta. Fue el primer deportista del cuento. Sin embargo, las cosas nunca son como se cuentan, y el caso de Guillermo Tell es un equívoco más de los muchos equívocos que habitan nuestra memoria infantil.
Guillermo Tell odiaba a su hijo. Le odiaba hasta el punto de desear matarle. Él nunca había disparado una ballesta y jamás había vencido a una diana. Lo preparó todo minuciosamente, el crimen perfecto después de una provocación perfecta. Su hijo estaba allí, temblando, con una manzana verde sobre su cabeza, y sabía que Guillermo Tell, su padre, iba a disparar una flecha, una flecha irrevocable y mortal. Cuando esa flecha tocara el aire, estaría muerto: esas décimas de segundo entre la ballesta y la muerte serían sólo un tiempo robado al azar.
Sin embargo, Guillermo Tell tenía una puntería horrible. Erró su disparo, y acertó en la manzana.

1.12.03

Fe

- Hermano elefante, - le dijo el caracol al elefante- qué se siente al ser tan pequeño y tan frágil?
El elefante miró al caracol, que era pequeño y frágil, y le dijo:
- Acaso no ves que esa pregunta es paradójica? Se trata de un silogismo absurdo, basado en unos supuestos incongruentes, que niegan el significado. Mírame, y después mírate: lo comprenderás.
El caracol le respondió:
- Tengo fe en mi fuerza y la fe mueve montañas. Yo no quiero mover una montaña, pero te sostendría a ti sobre mi caparazón para demostrarte que la fe mueve elefantes.
El elefante alzó una de sus patas sobre el caracol. Es un hecho científico que la fe de un caracol jamás resistiría el peso de una pata de elefante, así que el caracol tuvo que morir. Gracias a la muerte de este caracol mártir, hoy sabemos que la fe no mueve montañas, ni tampoco elefantes. La fe mata.