FaBulARio

29.12.03

Sombreros

Los sombreros piensan. Viven ahí arriba, con esa silenciosa quietud de fieltro, y componen un cráneo inteligente que dicta sus pensamientos a los hombres que los llevan.
El mundo fue creado a imagen y semejanza de un sombrero: la galaxia es un bombín, los agujeros negros son la espesura de un sombrero de copa vuelto del revés, saturno, con sus anillos, es una pamela. A Dios le gustaban los sombreros, y antes que ponerse ese ojo en un triángulo sobre la cabeza, se puso una boina que le dio la idea del mundo.
Ahora los sombreros quieren dominar el universo: han logrado colarse en las celebraciones de los más poderosos mandatarios; vivían en cabezas famosas, como las de Lady Di y la reina de Inglaterra.
Los sombreros son peligrosos. En El Principito, Saint-Exupery ya denunciaba el poder de los sombreros cuando dibujó una boa devorando a un elefante. Esa visión se confundía con la de un sombrero, y esto es porque, en realidad, era un sombrero devorando a una boa que devoraba a un elefante.