Libros

Existió una biblioteca cuyos libros se echaron a volar como pájaros.
Construyeron nidos de papel sobre las estanterías, pusieron huevos de palabras rotas. De los huevos nacieron pequeños libros que aún no sabían volar y que se caían sobre los estantes.
Cuando los estantes estuvieron llenos de libros jóvenes, vacíos, los libros-pájaros rompieron una ventana y emigraron hacia las hogueras.

Parchís

Sólo paso un momento para invitaros a entrar en esta página, donde podeis jugar al parchís conmigo. Buscad a Evalane.

Calles

He decidido esperarte donde se encuentran todas las aceras. Donde una voz dice que hay que detenerse a esperar frente a un poste de telégrafos, para ver pasar el sonido.
He decidido esperarte aquí, soñando con un mapa que venga a rescatarme de dos calles que me conocen.

Ciudades

Compremos un mapa, una radiografía de ciudades, y descubramos dónde crecen los árboles como huesos, dónde se destila el café de su sangre.
Acariciando un rascacielos, quizá podamos sentir el tacto del oxígeno. Quizá descubramos que las nubes no son blancas ni son de algodón. Quizá descubramos que las nubes son otra clase de pájaro. Que los pájaros son sólo metáforas de unas nubes que desaparecieron.

Mesías

Cuando Jesús actuó en Jesucristo Superstar vio claro que el merchandising iba a reportarle beneficios mucho más evidentes que la paz eterna y la salvación de la humanidad.
Jesús sólo pidió unos brazos móviles para bendecir. También para poder pelear con Satanás.

Hipérboles

El día que nos sentamos a contar las hojas de los árboles aprendimos a anudar cintas de colores: deberíamos atar un globo en cada rama para saber las ramas que puede soportar un árbol.
Ya sé qué haremos con todos los minutos en que no sabemos qué decirnos: colocaremos un cubo en la calle, por cada gota de lluvia que cae en las aceras, y un molinillo en el jardín, cada vez que el viento sopla. Esconderemos relojes en los huecos de los árboles, para que piensen que tienen corazón.

Saludos

Hola a todos.

Paso rápidamente a excusarme por esta ausencia tan prolongada y sobre todo: por la falta de explicaciones.
Para mis incondicionales (si los hubiera o hubiese): sigo viva.
Estoy de vacaciones en la playita española. Tal vez la sal marina haya averiado algún cable de mi razón blogera. O tal vez no. Tal vez sólo necesite volver a la rutina.

¡Ah! Me he comprado una camarita digital muy baratita, y estoy pensando actualizar mi blog.

No os olvideis de mí. Pronto estaré de vuelta.