Nieve, chimenea y cuentos

Cuando la nieve cae, se convierte en una excusa para no salir a la calle. Entonces encenderemos la televisión, como se prende una chimenea: una vez grabamos un fuego en una cinta de vídeo, para tener una chimenea.
Tú te sentarás a mi lado, en el sofá. Beberemos una taza de té, y tú me pedirás que te cuente un cuento.
Estás conmigo porque tengo muchos cuentos que contar, o porque soy capaz de inventar un cuento cada vez que me lo pides.
Hoy te contaré el cuento de Sherezade: un cuento dentro de otro cuento. Llegaré a la noche en que Sherezade cuenta su propia historia; tendré que repetir todos los cuentos hasta esa noche, y después volveré a repetir otra vez los cuentos hasta esa noche. No podrás marcharte nunca. Te quedarás siempre aquí, junto a este fuego que no calienta las manos.

Amor

Hoy te pinto una sonrisa en la espalda, para que no te pesen los huesos. Hoy te beso las manos, para que tus dedos sepan que les permito ser labios sobre mi piel. Hoy te retrato el corazón, con mi máquina de retratar corazones. Hoy te amo cada vez que un reloj grita un segundo, cada vez que un segundo duele.
Hoy te atrapo con una puerta cerrada. Mañana te libero, para soñar una nueva cárcel donde amarte.

La escalera de Jacob

Dicen que una escalera comunica el cielo con el infierno. Esto es igual a decir que Dios y Lucifer son vecinos en un bloque de apartamentos; que Dios molesta a Lucifer arrastrando los tronos de sus santos, y que Lucifer golpea su techo con la escoba de una bruja que arde en una de sus calderas.
Y donde hay una escalera, allí hay una señora mayor que se encarga de barrer, fregar y desempolvar el pasamanos, con una puntualidad inexorable.
Esta señora es la muerte.

Para que te quedes...

Inventaré una silla donde puedas sentarte, por primera vez, sobre tu sombra. Una lámpara que ilumine las verdades. Un libro donde esas verdades iluminadas se guarden de la luz para que tú las leas.
Para que te quedes, inventaré un mundo que quepa en un globo terráqueo. Te daré un globo terráqueo para que puedas viajar con un dedo, sin moverte de ese lugar en que te atrapo con un café o con una mentira descafeinada.

Monólogo del silencio

SILENCIO: Si tuviera un diccionario, aprendería a traducir todo lo que nunca diré.

Infancia

Tus labios argonautas besaron el espacio que nos une, conquistaron la Ínsula Barataria, su planisferio de cartón, dibujaron el lugar de Utopía, encontraron el Vellocino de Oro en un armario, las Manzanas Doradas en una frutería. Fueron cowboys sobre el Caballo de Troya.
Poseidón habitaba un charco, y tú le cubrías con un paraguas cuando llovía, para salvarle.
Ulises viajaba en un barco de papel que tenía escrita una maldición: "papel eres".
Peter Pan vivía en un fresno junto a tu casa. Tú eras un niño perdido.
Ahora eres un niño encontrado: por eso he dejado de amarte.

Descartes

Esta realidad sencilla hecha de teoremas que vuelan como pájaros, es sólo un rincón de la casa más vacía del mundo.

Ícaro

Le demostraré a este laberinto que existen las puertas. Le demostraré que después de aquí, existe otro laberinto de aire donde caminan los pájaros.
Voy a disfrazarme de espantapájaros para que los pájaros aniden en mis hombros, y enseñen a mis huesos el ritmo de unas alas. A cada pájaro que venga a asustarse con mi disfraz de monstruo, le pediré que pague una pluma.
Algún día tendré las suficientes, y entonces demostraré a este laberinto que existen las puertas.