FaBulARio

2.6.04

La flor que quiso ser espina

La rosa, a pesar de que cada tarde iba a ser nombrada en miles de labios, quiso ser espina. La rosa pensaba que su muerte nunca podría superar su hermosura, que siendo espina su recuerdo no podría ser tan falso: nada del aroma efímero, cosa invisible, nada de una piel inexistente, nada de un color que jamas podría superar lo cierto.
La espina sería la espina siempre, la rosa quién sabe.