FaBulARio

8.5.04

alas de plástico

Los aviones de juguete llevan pilotos cuyos sentimientos son falsos, tan falsos como la maquinaria que se dejan llevar. Los destinos, las rutas que manejan, no sirven a la vida, sino al cerebro. A veces quisera transformarme en un piloto que parece que lleva la seguridad de Dios en sus manos. Los pasajeros siguen confiando en ese piloto, tal vez porque ellos sean paisanos de su mismo material, verdaderos seres que no necesitan cuerpos mortales, cuerpos llenos de sangre o venas, ilusiones programadas o terminales. Los aviones de juguete siempre llegan a su destino, debo comprarme uno, para aprender a volar.