FaBulARio

22.1.04

Elefantes

Una vez leí un cuento extraño acerca de los elefantes que impactó mis neuronas vírgenes lectoras.
Según esta fábula, al principio de sus días, los elefantes tenían en sus cabezotas una nariz pequeña con la forma tan común de la nariz humana. Ocurrió que una elefanta dio a luz a un elefantito con una nariz terrible, al que llamó Cyrano. Todos los elefantes se reían del pobre animal con esa nariz magnífica y ultra-paquidérmica, y Cyrano acabó por huir de la sabana, y adentrarse en la selva para abandonarse a la muerte donde jamás nadie pudiese mirar su pecado.
Un día se acercó a un río a beber agua, y un cocodrilo hambriento le habló así: "Amigo elefante, acércate, necesito decirte un secreto al oído"... y Cyrano, tratando de ser un elefante educado, o todo lo educado que un elefante infeliz puede ser, se acercó al cocodrilo, que no tardó en cerrar su mandíbula sobre la nariz funesta del animal. Cyrano trató de zafarse de una muerte atroz empujando con toda su masa, y el esfuerzo gigántico estiró su nariz hasta convertirla en una trompa.

... Mañana os contaré cómo acaba la historia.