FaBulARio

28.2.04

Imperativo

Déjame existir al margen de este reloj que se cuelga de mis paredes. Déjame inventar el vacío con la cara de un funambulista. Déjame pintar un funambulista con la cara de un puente colgante.
Si alguna vez llega el invierno cargado de viento, díle que deje un pulmón a mi puerta. Díle que deje un vendabal cerca de mi chimenea, para que el fuego encuentre una razón.
Díle que él es el invierno, y que lo sabrá cuando los árboles hallan olvidado sus hojas.

Entonces, ven a casa. Llama a mi timbre, cámbiale la voz a mis persianas. Sonríele a esa vecina que no tiene sonrisa, y también al peldaño de la escalera que no tiene esperanza de ser libre tras el pasamanos.